El Viejo Belchite se ha convertido en un símbolo del horror de la guerra civil. Un monumento a la barbarie y el fanatismo, a la violencia y el absurdo, a la vergüenza y el fracaso de la inteligencia.

Recorriendo sus desoladas calles imaginaremos el estruendo de los disparos y las explosiones, el miedo de los civiles o el dolor de los heridos. Exploraremos también las ruinas del antaño rico patrimonio artístico, y descubriremos qué fue lo que aconteció aquí y por qué, sin perder de vista la percepción de que, detrás de la historia “oficial” con sus fechas y batallas, queda, anónimamente, la tragedia de aquellos que lo han perdido todo.

Belchite es testigo mudo de una tragedia que no debe caer en el olvido.

El frente de guerra atravesó la comarca de Los Monegros por la Sierra de Alcubierre, zona de gran importancia estratégica, ya que controlaba el paso y las comunicaciones y era una de las llaves para acceder a Zaragoza. Parte de este escenario bélico se ha recuperado para que podamos sentir e imaginar con mayor realismo los fríos inviernos con gran escasez de todo, así como la soledad del cerro en el que durante casi año y medio estuvieron las tropas y, entre ellos, G. Orwell.

La fortificación principal que visitaremos ocupa un frente de más de cien metros y consta de diversos pertrechos militares (trincheras, nichos, abrigos). La excursión se complementa con la subida a la “posición San Simón” y con la visita al cercano museo de Robres.