A caballo entre Huesca y Zaragoza y con la Sierra de Alcubierre como columna vertebral, la estepa subdesértica sobresale por su singularidad.

En esta excursión descubriremos curiosas formaciones geológicas en areniscas, como los torrollones, las ripas o las chimeneas de hadas, así como algunos “oasis” que aportan paisajes del agua, como la ribera del Cinca o las lagunas y saladas de Sariñena y Bujaraloz, refugios de numerosas aves acuáticas.

Comprenderemos cómo la originalidad geográfica condiciona el asentamiento de algunas comunidades vegetales y animales de gran valor, adaptadas a los fuertes contrastes térmicos e insolación y a la sequía. Entre estas especies, curiosos endemismos cuyos parientes habitan en el norte de África, Oriente Medio y Asia central.